El 27 de octubre de 2021 se llevó a cabo la conferencia “La digitalización del control y fiscalización de los contribuyentes”, dentro del marco del Magno Evento Anual de Asociación Nacional de Especialistas Fiscales (ANEFAC), en el que participaron Gustavo Leal Cueva, socio de Leal Benavides y Cía, Fernando Martínez Coss, socio de Digital Signature y Exadministrador Central de Gestión de Servicios y Trámites con Medios Electrónicos del SAT, y Gustavo Rivera Molina, Director Fiscal de Proeza.
El tema del panel giró en torno al uso de los datos que la autoridad fiscal recopila y cómo los usa para realizar su labor de fiscalización. Se destacó que existe una gran cantidad de datos, pero se cuestionó la utilidad que los mismos tienen, así como la capacidad para explotarlos de la manera más provechosa.
Factura electrónica: El balance
Leal Cueva expresó que, si bien la factura electrónica es una herramienta sumamente útil sin la cual no podría concebirse la dinámica actual del comercio electrónico en México, también se debe reconocer que la manera en que sea ha implementado ha representado una carga administrativa importante para las empresas, siendo “sumamente restrictiva al momento de reflejar las operaciones de las empresas de una forma natural y eficaz”.
“Se ha desaprovechado el potencial de tener un esquema uniforme de intercambio de información, porque la autoridad ha visto a la factura electrónica como una fuente de datos fiscales, cuando la realidad es que la factura tiene usos y aplicaciones más allá de lo fiscal”, comentó Leal Cueva. “Se ha dejado ir una oportunidad de agilización de intercambio de información de manera eficaz y que sea un impulsor de los negocios, y se ha convertido en una carga administrativa”.
Desde la óptica del contribuyente, “los contribuyentes deben dejar de ver la factura electrónica como un documento meramente fiscal y conceptualizarlo como un documento de control interno”. “Esta es la única manera en que se logran reducir las ineficiencias internas en el proceso de facturación”. “La implementación del CFDI en las empresas debe ser visto desde la dirección general e involucrando a todas las áreas de las empresa y contemplando todos los momentos del proceso de producción”. Expresó Leal Cueva, agregando que estos proyectos no pueden ser abordados únicamente por el área fiscal y de sistemas de una empresa; debe ser una visión más integral.
Excesivo control del SAT
En la plática también se cuestionó el excesivo control que la autoridad busca a través de la digitalización de las obligaciones, lo que implica costos y distracción de recursos para los contribuyentes en proyectos que, en ocasiones, no llegan a rendir los frutos esperados para la autoridad por no tener una medición del impacto ni de los costos ni beneficios de estas medidas.
Como ejemplo se advirtieron los costos de la reforma para 2022 que obliga a quienes cumplan 18 años a registrarse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), pues se desconoce cuánto cuesta controlar a cada individuo desde el punto de vista de sistemas, así como el costo de la comunicación que con ellos se tendrá, el costo de mantenimiento de estos datos, y, sobre todo, el beneficio que esta inversión traerá para la recaudación tributaria, siendo que estos contribuyentes estarán registrados en la modalidad “sin obligaciones fiscales”.
Carta de porte digital
Leal Cueva criticó la arquitectura de la carta de porte digital, pues “parece más un documento de control de inventarios que un documento de logística”. Esto es así porque el eje central de la carta de porte digital es la mercancía, desprendiendo de esta las rutas, cuando debería ser a la inversa: el eje central debe ser la ruta y de ahí desprender las mercancías. Esta ha sido la principal problemática del desarrollo tan atropellado que ha tenido el nuevo Complemento Carta Porte, pues no empata con las necesidades de la industria logística ni con los momentos en que la información se genera, pues desde su conceptualización inicial está equivocada.
Reflexión
Leal Cueva llamó a la reflexión por parte de los contribuyentes para entender que la autoridad requiere de datos para eficientar sus procesos de fiscalización y administración tributaria, pero exhortó también a la autoridad a abrirse a recibir comentarios y sugerencias de la industria, pues sólo de esa forma es que se puede lograr una sinergia en pro de la creación de obligaciones fiscales que realmente sean útiles para la autoridad, pero sobre todo, que sean una herramienta potenciadora para las empresas y para la generación de datos útiles, que ayuden a agregar valor a los procesos de negocio.
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