Contexto
El 17 de enero de 2025, el Dr. Gustavo Leal Cueva, socio de Leal Benavides y Cía., fue nombrado Tesorero del Ballet de Monterrey, la compañía de ballet más prestigiosa de Latinoamérica. Su crecimiento constante y proyección internacional la convierten en un referente en la danza. Se distingue por la excelencia artística de sus producciones, la diversidad internacional de sus bailarines y una escuela que forma a las futuras generaciones de grandes danzantes.
Uno de los proyectos principales de Leal Cueva en esta labor es impulsar la profesionalización, modernización e institucionalización de su gestión administrativa, fortaleciendo los avances logrados en los últimos años.
El sector de las artes escénicas en el mundo presenta retos económicos importantes de sostenibilidad por medios distintos a subsidios y donativos, pero al mismo tiempo existe potencial de desarrollar un mercado e industria que permita el desarrollo y difusión de la cultura, uno de los elementos esenciales en la óptima formación de una sociedad.
En este sentido, se presenta este análisis económico de la situación actual de las artes escénicas y sus retos económicos.
1. Introducción
Las artes escénicas desempeñan un papel crucial en la sociedad al fomentar la expresión cultural, el desarrollo cognitivo y el bienestar general. Además de su impacto social, representan un sector económico significativo que genera empleo y contribuye al turismo y a la identidad cultural de los países; sin embargo, estas industrias enfrentan retos económicos estructurales que amenazan su sostenibilidad a largo plazo. Este reporte analiza la situación actual de las artes escénicas desde una perspectiva económica, considerando la teoría de la "enfermedad de los costos" de Baumol y Bowen, su evolución en estudios recientes, el impacto positivo que estas actividades tienen en la sociedad y teorías económicas adicionales que explican su funcionamiento y retos. Además, se incluyen datos comparativos sobre la evolución de los salarios en el sector y estrategias para mejorar su sostenibilidad.
2. La “Enfermedad de los Costos” en las artes escénicas
En 1965, William J. Baumol y William G. Bowen introdujeron la teoría de la "enfermedad de los costos", un fenómeno económico que afecta a sectores con baja productividad relativa. La teoría describe cómo ciertos sectores de la economía, particularmente los de servicios, experimentan aumentos salariales sin un correspondiente aumento en la productividad.
En algunos sectores, como la manufactura, la productividad crece rápidamente debido a la automatización y la mejora tecnológica; sin embargo, en otros sectores, como la educación, la salud o las artes escénicas, la productividad crece lentamente porque dependen de la interacción humana (ejemplo: un maestro sigue necesitando la misma cantidad de tiempo para enseñar una clase).
La teoría establece que, a diferencia de sectores donde la tecnología mejora la productividad y reduce costos unitarios, en actividades que dependen intensamente del trabajo humano, como la interpretación musical o teatral, los costos aumentan continuamente sin mejoras proporcionales en la eficiencia. Debido a estos mayores costos laborales, los servicios tienden a volverse más caros con el tiempo (por ejemplo, la educación universitaria o los servicios de salud han aumentado significativamente en precio).
Ejemplo ilustrativo:
Un violinista de 1900 tocaba un cuarteto de Beethoven en 45 minutos.
En 2023, un violinista sigue tardando 45 minutos en tocar la misma pieza.
Pero en 2023, ese violinista gana mucho más dinero que en 1900, porque los salarios en la economía general han subido.
Este fenómeno, donde los costos de un sector suben sin que la productividad aumente, se conoce como la "enfermedad de los costos de Baumol".
Muchos artistas aceptan trabajar por salarios bajos porque aman su profesión y obtienen satisfacción personal de su arte ("retornos psicológicos"); sin embargo, hay un límite a cuánto pueden sacrificar los artistas antes de buscar trabajo en otros sectores mejor pagados. Si los salarios en las artes escénicas no crecen, eventualmente habrá menos talento disponible, lo que afectará la calidad de las presentaciones.
Aunque los costos suben, no significa que estos sectores sean ineficientes o que se deba reducir su tamaño. En muchos casos, son esenciales para la sociedad y justifican el gasto público o privado.
Baumol y Bowen dividieron la economía en dos sectores:
Sector Progresivo: Aquel donde la productividad mejora con la tecnología (v.g. manufactura, tecnología, telecomunicaciones). En estos sectores, los costos unitarios tienden a disminuir con el tiempo debido a la automatización y economías de escala.
Sector Estancado: Donde la productividad apenas cambia porque la naturaleza del trabajo no permite reducciones de tiempo o personal (ej. artes escénicas, educación, salud). Aquí, los costos aumentan porque los salarios deben incrementarse para mantenerse competitivos, pero sin un aumento en la eficiencia productiva.
Dado que las artes escénicas requieren tiempo y talento humano, es difícil aplicar procesos de automatización sin afectar la calidad del producto artístico. Esto genera una brecha financiera creciente entre ingresos y costos operativos, lo que obliga a muchas organizaciones a depender de subsidios y donaciones para mantenerse en funcionamiento.
No obstante que esta teoría fue propuesta en 1965, esta se mantiene vigente en la actualidad. Estudios posteriores, como el de William Nordhaus (2006), han confirmado que sectores con baja productividad relativa tienen costos crecientes y precios elevados. Comparaciones con la industria tecnológica muestran que mientras sectores como la manufactura han logrado reducir costos mediante automatización, las artes escénicas han experimentado un aumento en costos debido a la necesidad de mantener talento humano altamente calificado.
3. Contraste con el desarrollo reciente de las artes escénicas
Si bien la teoría de la "enfermedad de los costos" sigue siendo válida para muchos sectores de las artes escénicas, algunos han demostrado una capacidad de adaptación y crecimiento en ingresos. Esto desafía parcialmente la idea de que las artes escénicas están inherentemente destinadas a una crisis financiera continua.
Algunos sectores han logrado incrementar sus ingresos mediante la diversificación de modelos de negocio y la innovación tecnológica:
Música en vivo y festivales: La creciente demanda por eventos en vivo ha generado ingresos récord en giras y festivales internacionales. Grandes artistas han adoptado modelos de ingresos diversificados a través de merchandising, contenido digital y patrocinios.
Teatro musical y espectáculos de gran producción: Franquicias como El Rey León y Hamilton han expandido sus mercados globales con estrategias de monetización efectivas, incluyendo licencias de contenido y transmisión digital.
Producciones multimedia: La combinación de artes escénicas con tecnología digital ha permitido la venta de contenido en plataformas de streaming y experiencias inmersivas que han ampliado la audiencia global.
Danza comercial y entretenimiento digital: La integración de la danza con producciones audiovisuales y eventos masivos ha impulsado nuevos modelos de ingresos, como redes sociales y patrocinios de marca.
El éxito de estos sectores se debe a varios factores clave:
Innovación tecnológica: Implementación de herramientas digitales para reducir costos y mejorar la distribución de contenido.
Diversificación de ingresos: Monetización de experiencias digitales, merchandising y contenido premium.
Globalización del mercado: Expansión de espectáculos a mercados internacionales con alta demanda de consumo cultural.
A pesar de estos avances, la "enfermedad de los costos" sigue afectando a muchas organizaciones tradicionales de artes escénicas, como:
Orquestas sinfónicas y compañías de ópera, que dependen de financiamiento externo debido a los altos costos de producción y su limitada capacidad de expansión.
Teatros independientes y compañías de danza clásica, que enfrentan dificultades para aumentar ingresos sin comprometer la calidad artística.
4. Situación actual y retos económicos
Hoy en día, las organizaciones de artes escénicas operan con modelos de financiamiento poco sostenibles. La pandemia de COVID-19 exacerbó esta situación, reduciendo los ingresos de taquilla y aumentando la competencia por fondos públicos y privados.
La siguiente tabla muestra la evolución de los ingresos de artistas escénicos en Estados Unidos, desde 1960 hasta 2023, ajustados por inflación:
Profesión | Ingreso Anual (USD, 1960) | Ingreso Ajustado a 2023 | Ingreso Anual (USD, 2023) |
Actores | 5,640 | 58,204.80 | 34,083 |
Músicos | 4,757 | 49,092.24 | 62,000 |
Bailarines | 3,483 | 35,944.56 | 47,388 |
Como puede apreciarse, los salarios, aunque en algunos casos se han incrementado, continúan situándose en los niveles más bajos de ingreso de EUA.
Se ha sugerido que una alternativa para solucionar este problema es la reducción de costos. En el caso de las artes escénicas, una reducción de costos implica menos ensayos, vestuarios de menor calidad, escenografías más simples, etc., pero esto reduce la calidad del espectáculo, lo que puede disminuir la asistencia del público y afectar la reputación de la organización.
La opción más lógica parecería ser subir los precios de los boletos para compensar los costos crecientes; sin embargo, el mismo Baumol demuestra que los precios de los boletos han subido menos que la inflación. Muchas organizaciones no pueden subir mucho los precios porque el público no está dispuesto a pagar boletos muy caros. Existe una doctrina del "precio justo" en las artes, donde se busca que los espectáculos sean accesibles a la mayor cantidad de personas.
5. Industrias que desafían la enfermedad de costos
El fútbol y otros deportes profesionales parecen desafiar la teoría de la enfermedad de costos de Baumol porque, aunque dependen de la interacción humana y no han cambiado fundamentalmente su productividad (un partido sigue durando 90 minutos y requiere el mismo número de jugadores), los ingresos han crecido exponencialmente sin generar un aumento desproporcionado en costos laborales.
Esto se debe a que, aunque la productividad del fútbol, medida en minutos jugados, no ha cambiado, su productividad en términos de ingresos generados por unidad de tiempo sí ha aumentado.
La globalización, la transmisión por televisión, el streaming y el patrocinio han permitido que un solo partido sea visto por millones, aumentando exponencialmente los ingresos sin necesidad de incrementar los costos proporcionalmente.
En sectores como la salud y la educación, la demanda no se traduce automáticamente en ingresos exponenciales porque están limitados por regulaciones y el poder adquisitivo de los consumidores. En cambio, el fútbol ha logrado monetizar su atractivo de manera masiva a través de derechos de transmisión, publicidad, patrocinios y merchandising, lo que ha llevado a un crecimiento financiero sin necesidad de aumentar la "productividad laboral" en términos tradicionales.
En la educación o la salud, los salarios aumentan de manera generalizada sin un incremento equivalente en ingresos por profesional. En el fútbol, la diferencia de ingresos entre jugadores es extrema: mientras algunos ganan millones, otros apenas reciben sueldos decentes. Esto demuestra que el mercado premia la diferenciación del talento más que la simple necesidad de igualar salarios con otros sectores.
Ahora bien, esto no significa necesariamente que el fútbol refute la teoría de Baumol, sino que muestra que ciertos sectores pueden escapar de la enfermedad de costos si encuentran formas de escalar sus ingresos sin aumentar proporcionalmente los costos; sin embargo, esta no es una opción viable para sectores como la salud o la educación, donde la prestación del servicio es menos escalable y depende directamente del tiempo del profesional.
5. Conclusión
El análisis revela que, aunque la "enfermedad de los costos" sigue siendo una teoría válida para muchos sectores de las artes escénicas, otros han logrado mitigar sus efectos a través de innovación tecnológica, diversificación de modelos de ingresos y expansión internacional. Sin embargo, la sostenibilidad del sector en general sigue dependiendo de la capacidad de adaptación y financiamiento externo, lo que hace crucial el desarrollo de políticas y estrategias de apoyo a la cultura.
El sector de las artes escénicas no solo es fundamental para el enriquecimiento cultural de una nación, sino que también tiene un impacto económico significativo. Su fortalecimiento requiere una combinación de innovación, inversión pública y privada, y políticas de apoyo que garanticen su viabilidad a largo plazo.
Bibliografía
Baumol, W. J., & Bowen, W. G. (1965). Performing Arts: The Economic Dilemma. Twentieth Century Fund.
Nordhaus, W. D. (2006). Baumol’s Diseases: A Macroeconomic Perspective. National Bureau of Economic Research.
UNESCO (2021). The Contribution of Cultural and Creative Industries to Economic Growth and Development.
DCMS (2024). Impact of Cultural Participation on Mental Health and Wellbeing.
Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2023). Condiciones laborales en la industria cultural.
Jochen Hartwig, Hagen Krämer (2019). The ‘Growth Disease’ at 50 – Baumol after Oulton. Structural Change and Economic Dynamics, Volume 51.
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